La colección de Olivia Sánchez de Terán.

Breve historia de la colección.

Olivia Sánchez de Terán dice que su colección es el resultado de haberse quedado como hija única y sobrina única y de vivir en una casa grande que le ha permitido no tirar nada de lo que ha ido recibiendo a lo largo de su vida. Y lo que ella ha ido añadiendo durante décadas, pues es una coleccionista incansable. En su colección hay juegos y juguetes de sus abuelos, de sus padres y sus tías, además de los suyos y los de sus hijos y nietos, con lo que sus piezas abarcan un periodo que va desde finales del siglo XIX hasta nuestros días.

Una parte importante de la colección son las casas de muñecas, en su mayoría diseñadas, construidas y equipadas por su propietaria, que ha utilizado para ello materiales muy diversos, utilizados con imaginación y un elevado sentido estético.

La colección tiene más de tres mil de piezas, que apenas han comenzado a catalogarse, instaladas en su mayoría en el garaje de la vivienda de la coleccionista, acondicionado para convertirse en lo que a Olivia le gustaría que fuera el embrión de un museo. Las Barbies tienen su propia habitación dentro de la casa y en otros lugares de la vivienda están los juguetes de hojalata y las muñecas más antiguas. Y los cerca de 300 belenes, aunque esa es otra colección diferente…

Pocas piezas de la colección están nuevas y proceden de fábricas o tiendas especializadas, pues lo que le gusta a Olivia es comprarlas en mercadillos y restaurarlas ella misma. En ese sentido, no es coleccionista de piezas raras o especiales ni de ediciones conmemorativas, sino de juegos y juguetes corrientes, muy usados y “jugados”. Ninguna pieza es intocable y, de hecho, sus nietos juegan casi a diario con cualquiera de ellas. Suele decir que “los juguetes con los que no se juega se mueren”.

 

Leer más…

Años de historia

Exposición

Fotos

Vida dedicada a los juguetes

Acerca de Olivia Sánchez de Terán

Su colección es el resultado de haberse quedado como hija única y sobrina única y de vivir en una casa grande que le ha permitido no tirar nada de lo que ha ido recibiendo a lo largo de su vida.