La colección de Olivia Sánchez de Terán.
Breve historia de la colección.
Una parte importante de la colección son las casas de muñecas, en su mayoría diseñadas, construidas y equipadas por su propietaria, que ha utilizado para ello materiales muy diversos, utilizados con imaginación y un elevado sentido estético.
La colección tiene más de tres mil de piezas, que apenas han comenzado a catalogarse, instaladas en su mayoría en el garaje de la vivienda de la coleccionista, acondicionado para convertirse en lo que a Olivia le gustaría que fuera el embrión de un museo. Las Barbies tienen su propia habitación dentro de la casa y en otros lugares de la vivienda están los juguetes de hojalata y las muñecas más antiguas. Y los cerca de 300 belenes, aunque esa es otra colección diferente…
Pocas piezas de la colección están nuevas y proceden de fábricas o tiendas especializadas, pues lo que le gusta a Olivia es comprarlas en mercadillos y restaurarlas ella misma. En ese sentido, no es coleccionista de piezas raras o especiales ni de ediciones conmemorativas, sino de juegos y juguetes corrientes, muy usados y “jugados”. Ninguna pieza es intocable y, de hecho, sus nietos juegan casi a diario con cualquiera de ellas. Suele decir que “los juguetes con los que no se juega se mueren”.